La veterinaria jiennense recibió el galardón el pasado veinticinco de enero, en la décima edición de unos premios que, ponen en valor la figura de la mujer en distintos ámbitos.
No es fácil, en una era en la que la comodidad del desarrollo profesional se asienta en las urbes, encontrar el acomodo en el medio rural para desarrollar la actividad profesional veterinaria. Se ha convertido en una “rara avis”, en pleno siglo XXI.
No es fácil apostar por una especialidad que, en los últimos años, supone una polémica social encarnada en un debate entre lo tradicional, y lo novedoso de una conciencia animalista más desarrollada; y que da lugar a opiniones encontradas, válidas en cuanto fundamentadas, y en última instancia, personales y difícilmente revocables.
No es nada fácil, entregarse a una especialidad veterinaria, que hace treinta ocho años, era dominada en exclusividad por hombres veterinarios, dispuestos y diligentes en la realización y contacto con el mundo profesional del toro, prevalentemente masculino.
Y de esta forma, con pocas facilidades y el tesón y el desparpajo de haberse criado en ese mundo rural que permite el contacto y el amor por la ganadería, Delia Moya Pérez, ha desarrollado su carrera profesional.
Son más de un millar de festejos taurinos en los que, esta veterinaria versada en la materia, ha participado. Su profesión y profesionalidad le ha permitido el acercamiento al mundo del festejo y, en consecuencia, la relación con los distintos profesionales que lo conforman. Un mundo taurino, que abarca mucho más de lo que la mayoría conoce y que, cuando se vive en primera persona, se comprende la importancia y el valor que tiene para la sociedad.
La organización de los Premios Jaén Mujer, organizados por el Diario Jaén, ha decido premiar bajo el título “Mujer Pionera”; por su trayectoria y profesionalidad, a nuestra compañera y amiga Delia Moya.
Durante el discurso de la entrega de premios, Delia, puso de manifiesto “su sorpresa al recibir un reconocimiento por desarrollar la actividad y profesión que tanto le gusta”, manifestaba emocionada al comienzo de su intervención.
Continuaba, haciendo una defensa justa del protagonismo del toro bravo en los festejos, visibilizando la “hermosura y la belleza de la lucha que se desarrolla en la plaza, espejo de la lucha en la vida y cómo se debe afrontar la adversidad, con bravura”.
Delia Moya, no quiso finalizar su intervención sin agradecer este reconocimiento y recordar la responsabilidad de las mujeres, a la hora de superar los obstáculos de igualdad, en una sociedad cada vez más equilibrada.