- El Veterinario de Explotación es la figura encargada de asegurar que los animales de las explotaciones ganaderas produzcan alimentos seguros para entrar en la cadena alimentaria.
- De la «granja a la mesa», el veterinario está muy presente.
Es por ello por lo que el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios ha puesto en marcha una campaña de concienciación en medio digitales y redes sociales durante todo el verano bajo el slogan “Veterinarios de explotación: Cuidamos lo que comes” con la que pretende informar sobre la importancia actual de la figura del veterinario de explotación para promover Una Sola Salud: animal, humana y medioambiental.
En las explotaciones hay un veterinario profesional que:
- Evita la transmisión de enfermedades zoonóticas
- Elabora un Plan Sanitario Integral para el Bienestar Animal, y humano
- Asesora a los ganaderos en el cumplimiento de las normas
- Lleva a cabo los registros
- Se asegura de la trazabilidad de los productos
- Trabaja en la resistencia antimicrobiana
- Aplica mejoras en bioseguridad e impone códigos de buena gestión medioambiental, todo ello para mantener la higiene, promover producciones sostenibles o controlar las plagas.
En definitiva, que se preocupa por el BIENESTAR ANIMAL, y por el nuestro.
Detrás de los alimentos que consumimos, hay un Veterinario de Explotación.
El Consejo Andaluz de Veterinarios denuncia la reforma que deroga de hecho la figura del veterinario de explotación
Esta campaña ha sido configurada como una forma de dar voz, una vez más, a la comunicación lanzada a través de los canales oficiales del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios ante el reciente Proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 787/2023, de 17 de octubre, por el que se dictan disposiciones para regular el sistema de trazabilidad, identificación y registro de determinadas especies de animales terrestres en cautividad, y otros reales decretos en materia ganadera.
En una Nota de Prensa, este Organismo mostró sus discordancias, ya previamente enviadas al Ministerio competente a través de alegaciones, pues aspectos como la denominación del Proyecto, la obligatoriedad de la figura de veterinario de explotaciones, entre otras cuestiones, han sido modificadas y alteradas en detrimento de la Sanidad y Bienestar animal, y de la Seguridad Alimentaria, por tanto, de la Salud Pública.