Más de una treintena de veterinarios de la provincia de Jaén, se unen a la concentración a las puertas del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación en Madrid.
El nuevo año comenzaba con la incertidumbre de la profesión veterinaria, respecto a la aplicación del art. 39.1, del Real Decreto 666/2023 que regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios, y obliga a la notificación de prescripciones de antimicrobianos por parte de los veterinarios al Ministerio, con su entraba en vigor el pasado 2 de enero del vigente año.
Esta normativa del Ministerio, desarrolla parte del Reglamento europeo 2019/6 sobre medicamentos veterinarios, pero lo hace de una foma mucho más rígida que el propio reglamento, y de manera desproporcionada y sin fundamentación, sin adecuarse por ello a la práctica de la clínica veterinaria. En este sentido, la labor profesional veterinaria resulta perjudicada con una carga burocrática excesiva y el establecimiento de grandes limitaciones al criterio clínico del profesional veterinario y a la prescripción, que muchas veces deriva en la obligatoriedad de uso de tipos de fármacos específicos, que no siempre resultan los más adecuados para los animales. Todo ello contribuye a la obstaculización del desempeño eficaz del veterinario, con el agravante de un régimen sancionador desproporcionado.
Con todo ello, y la convicción ferviente de hacerse oír, partían hacia Madrid el pasado día 5 de marzo, más de una treintena de veterinarios jiennenses que, junto al resto de profesionales pertenecientes al colectivo a nivel nacional, se concentraban a las puertas del Ministerio de Agricultura. El Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Jaén, ponía a disposición de los colegiados, un autobús gratuito, para facilitar el desplazamiento a la capital madrileña.
Por su parte, el presidente del ICOV Jaén, Francisco Javier Chavernas Garvi, quien ya participara en la presentación de alegaciones a esta normativa antes de su aprobación, se sumaba a la comitiva que, pancarta en mano y voz enérgica, lanzaba sus consignas, en pos de la consecución de una reflexión ministerial que reconozca las carencias del Real Decreto, reflejadas, tanto en las restricciones impuestas que dificultan el acceso a los tratamientos, con el consiguiente peligro para la salud de los animales y en consecuencia para la salud pública, como en el perjuicio que se ocasiona a la eficaz intervención veterinaria; sin obviar el sobrecoste que supone para los propietarios de mascotas o la carga burocrática de la misma.
Los profesionales veterinarios, si bien están de acuerdo con la regulación de los medicamentos en consecuencia con la garantía de un uso prudente y responsable de los mismos, que no fomente la resistencia antimicrobiana, no cejarán en su empeño en reivindicar que: como profesionales sanitarios, no quieren que se condicione su criterio clínico a la hora de elección de los tratamientos que prescriben, un acceso rápido a medicamentos adecuados y, aunque no sea objeto de este Real Decreto, la reducción del IVA veterinario.
Desde el Colegio de Veterinarios de Jaén, se continúa trabajando junto a la Organización Colegial Veterinaria, y todos los sectores representativos de la profesión veterinaria, para que haya un movimiento en las instancias superiores y tomen nota de las reivindicaciones y la problemática que genera dicho decreto, para que hagan las modificaciones oportunas, acordes a una profesión que, no se nos olvide nunca, es sanitaria.
Hygia Pecoris Salus Populi.